sábado, 5 de octubre de 2013

182. La vida al revés

En el post precedente intentaba simplemente hacer un pequeño homenaje a JJ Cale, pero la cosa derivó a un texto un tanto atmosférico y trascendente, de reminiscencias manriquianas, con perdón de la comparación. Ya saben: partimos cuando nacemos, andamos mientras vivimos, y llegamos, al tiempo que fenecemos; así que, cuando morimos, descansamos. Es una línea bastante apartada de los derroteros habituales de este blog, mucho más terrenales, y creo que, para cerrarla, nada mejor que un poco de humor. Humor argentino, por más señas.

Hace tiempo que no recurro a transcribir textos de otros y hoy voy a aprovechar que estoy un poco cansado y no tengo muchas ganas de escribir, para brindarles una pequeña maravilla del gran Quino, el creador de Mafalda. Es un texto que ha circulado por los buzones virtuales, camuflado en medio de una de esas ristras de chistes que la gente se manda y requetemanda sin leerlos apenas. No suelo tener paciencia para internarme entre la hojarasca de esas series de supuestas ingeniosidades que dejan de tener gracia a partir de la segunda, por el efecto acumulativo. Como sucede cuando uno va de compras y ve demasiados escaparates. Pero en este caso lo hice y valió la pena. Tal vez ya lo conozcan, pero aquí va.

LA VIDA DEBERÍA SER AL REVÉS

Se debería empezar muriendo; así ese trauma ya quedaría superado. Luego despiertas en una residencia y vas mejorando día a día. Después te echan de la residencia porque estás bien y lo primero que haces es cobrar tu pensión. Luego, en tu primer día de trabajo, te dan un reloj de oro. Trabajas 40 años, hasta que seas lo bastante joven como para disfrutar del retiro de tu vida laboral. Entonces vas de fiesta en fiesta, bebes, practicas sexo, y luego empiezas el cole, juegas con tus amigos sin ningún tipo de obligación, hasta llegar a ser un bebé. Y los últimos 9 meses de tu existencia te los pasas flotando tranquilo, con calefacción central, room service, etc… Y al final, abandonas este mundo en un orgasmo.

Genial ¿verdad? El humor es básico para mantener el tipo frente a las avanzadillas de la desgracia. La vida transcurre en el sentido inverso al soñado por Quino y, por tanto, es una película que, indefectiblemente, acaba mal. Así que hay que intentar pasarla lo mejor posible, para lo cual, es básico tomárselo todo un poco a coña. Los gallegos tenemos una facilidad innata para ello, después de siglos de pasarlas canutas en todos los sentidos. Recuerden, por ejemplo, que, en lo más crudo de la marea negra originada por el desastre del Prestige, el grito más coreado de los manifestantes del Nunca Mais era: Aznar c'o bigote/que limpe o chapapote.  

Los científicos han demostrado que eso de la alegría y la tristeza se reduce a conexiones entre las neuronas, pura química en todo caso. Por eso las depresiones responden a determinados fármacos, que se limitan a modificar la proporción química que ha producido la emoción alterada. Me consta que algunos productos, como el litio, usados en psiquiatría, no se sabe exactamente cómo funcionan. En cuadros graves, se administran y se observa el resultado. Si el enfermo no mejora se le cambia de producto. 

El carácter químico de las emociones y los sentimientos es algo que se viene estudiando desde la antigüedad. Cinco siglos antes de Cristo, Hipócrates sostenía que la estabilidad emocional dependía de los cuatro humores del cuerpo: la sangre, la flema, la bilis amarilla y la bilis negra. Ahí está el origen de la utilización de la palabra humor para describir nuestros estados de ánimo: estar de buen o mal humor. Un exceso de bilis negra era, para Hipócrates, el origen de la depresión; de ahí su otra denominación “melancolía”, de melanos (negra) y kolos (bilis). En nuestra actual civilización urbana, acelerada y estresada, la depresión se ha convertido en uno de los principales azotes del ciudadano de cierta edad. 

La depresión le puede pillar al más pintado. Quizá usted, querido lector, está deprimido y todavía no lo sabe. No se lo deseo (es horroroso). A partir de cierto grado de melancolía, uno ha de recurrir a la ayuda de los médicos. Pero en los primeros momentos es posible combatir la tristeza. No me refiero a la tristeza causada por uno o varios hechos desgraciados que nos hayan sucedido y que hay que integrar y asumir, lo cual necesita que pase un cierto tiempo. Me estoy refiriendo a esa otra melancolía difusa que se instala en nuestro ánimo de forma silente y progresiva, sin un motivo concreto. Eso que García Márquez llama el desgano. Lo primero es detectarla y admitir que se está usted deprimiendo (algo no siempre sencillo). 

Hay formas de detectarlo: si usted descubre de pronto que le fastidian mucho ciertas cosas que hace dos días le importaban un rábano, mal asunto. Hablo de cosas como los atascos de tráfico, lo que tarda el ascensor, lo imbécil que es su jefe, lo alto que chillan sus hijos o el mal humor (en el sentido hipocrático) de su señora (ya ven lo que me importan las críticas de algún comentarista del Blog). El cabreo exagerado, causado por inconvenientes cotidianos nimios, es un síntoma definitivo. Pero, si le quedan dudas, haga una última comprobación. Vaya usted a un fotomatón, hágase unas fotos y mírelas. Si se ve como siempre, no hay problema. Pero si sus ojos están “velados por el vacío de la muerte”, entonces está usted empezando a deprimirse y debe remediarlo rápido, antes de que la cosa avance.

¿Cómo hacerlo? Eso es variable en función de la persona. Procure relajarse, baje el ritmo de trabajo si puede, recupere hobbies olvidados, haga ese viaje que siempre quiso hacer, practique un poquito de deporte (sin matarse). Y déjese querer. Las personas que le quieren son básicas en los momentos de bajón. Cuando uno está triste, los conocidos le rehúyen, pero los verdaderos amigos permanecen. Y son de gran ayuda. El proceso de recuperación no es lineal, incluye pequeños hundimientos temporales, tras los que hay que redoblar el esfuerzo. ¡Ah! Y un último consejo. Fundamental. Siga entrando en mi Blog. 

En este foro no hay lugar para el pesimismo. Aquí sólo se suben textos optimistas, a veces cabreados, a veces humorísticos, pero siempre energéticos como un trago de Red Bull. En esa onda les digo lo siguiente: no se adocenen, no caigan en la rutina, cambien. Ya que la vida no se puede vivir al revés, al menos intenten cambiar. Un cambio les vendría muy bien. A change would do you good. Se lo dice una señora que se llama Sheryl Crow, en el vídeo que les pongo aquí abajo. Es un tema súper energético. Por si no lo saben, esta señora estupenda ha superado sucesivamente una depresión profunda que le duró seis meses, un cáncer de mama, un tumor cerebral benigno y lo peor de todo: tres años de noviazgo con el ciclista Lance Armstrong. A pesar de esa serie de calamidades, aquí la tienen inasequible al desánimo. Súbanle el volumen y ¡hala! ¡a bailar! Y que pasen un buen domingo.




6 comentarios:

  1. ¡Fascinante Sheryl Crow! No imaginaba que fuera tan buena. ¡Y with the american flag in her ass! Llevo toda la mañana poniendo su video una y otra vez y cada vez me pone más contento. Todas esas desgracias que le han sucedido ¿está usted seguro de que son antes de este concierto?

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  2. La actuación es de 2009 y el tumor cerebral se lo detectaron en el verano de 2012. Todo lo demás es antes. De todas formas, ella sigue dando conciertos extraordinarios por toda Norteamérica, en octubre tiene varios bolos pendientes. Y ha declarado que un tumor benigno es pecata minuta para ella, después de las que ha pasado. Es una resistente nata. La canción salió en su segundo album, en 1996 y se ha convertido en una especie de himno para ella, símbolo del cambio que sufrió su vida cuando consiguió vencer a la depresión y se decidió a pelear.

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  3. Ya se que le gusta tratar temas de lo más variado, pero lo último que esperaba de su blog es un texto de autoayuda.

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    1. Usted le ha puesto el calificativo. Desconozco si ello comporta algún tipo de valoración que pudiéramos comentar.

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  4. Cómo decirlo de otra forma: la señora Crow está buenísima.

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    1. Usted lo dice así. Además es una persona que hace muy buena música, simpática, solidaria y muy querida en USA. Aprovecho para rectificar un error: el video es de 2003, como me hace ver un amigio. en este link están las dos horas de concierto: http://www.youtube.com/watch?v=Str9kx-sXHI. Así que mi respuesta anterior es pura bazofia. Aquí queda mi rectificación, si sirve de algo.

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