sábado, 23 de marzo de 2013

105. Queer. What’s that?

Eso digo yo. ¿Qué significa exactamente queer? Hasta hace unos días desconocía totalmente este término y les cuento cómo llegué a plantearme esa pregunta. Como saben, estoy suscrito desde hace años a una página en la que se informa de la convocatoria de premios literarios en todo el ámbito de Latinoamérica y España. Tengo el vicio de consultarla de vez en cuando, por ver si puedo presentar alguno de los textos que tengo escritos y con los que ya he ganado un premio de novela corta y he estado entre los finalistas de otros dos
.
En las Bases, casi siempre hay alguna condición que me inhabilita para presentarme. Por ejemplo: concursos para jóvenes valores, o para nacidos después de 1968, o para estudiantes de una determinada carrera, o de relatos de fantasía, o de terror, o de ciencia ficción, o sobre mujeres, o minusválidos, o de temática de abogados, o premios exclusivos para mexicanos, argentinos o bolivianos, o de microrrelatos (soy incapaz de escribir algo tan corto).

Entre todos estos, durante años he tenido que desechar también el Premio Terenci Moix, de temática gay o lésbica, porque no tengo nada escrito al respecto. Con esa denominación, el premio se convocó y falló puntualmente hasta 2009. En 2010 quedó desierto, circunstancia que no sé si tuvo algo que ver en el cambio de nombre del certamen. A partir de 2011, pasó a llamarse Premio Fundación Arena de Narrativa GLBT. La Fundación Arena es la misma que lo organizaba hasta entonces y las siglas corresponden a gays, lesbianas, bisexuales y transexuales. Nada que objetar hasta aquí.

El problema es que este año el premio se llama igual, pero hace referencia a Narrativa GLBTQ. ¡Joder! Ha aparecido una Q. Y digo yo: ¿qué coño es esa Q? Buceando en las Bases, he averiguado que la q corresponde a queer. Tengo claro lo que es un gay, una lesbiana, un/una bisexual y un/una transexual. Como no sé lo que es queer, lo he mirado en la Wikipedia. Y tengo que confesarles que, después de varios días buscando, sigo sin saber lo que es.

Vamos por partes. Estamos hablando del peliagudo tema de las identidades sexuales, un asunto que lleva a una serie de denominaciones con las que determinadas personas se identifican. Esas identidades a menudo van ligadas a una determinada sexualidad, a unos signos externos con los que se manifiesta, tanto estéticos como de comportamiento, y, en definitiva, a una forma de que las gentes de una determinada tendencia se reconozcan entre ellas con facilidad (aunque los hay que siguen dentro del incómodo armario, obsesionados en disimular su condición). En ese contexto, yo busco queer y encuentro que existe un colectivo que al parecer se identifica con ese calificativo. La Wikipedia incluye una definición que les transcribo:

La teoría queer rechaza la clasificación de los individuos en categorías universales como "homosexual", "heterosexual", "hombre" o "mujer", "transexualidad" o "travestismo", las cuales considera que están sujetas a restricciones conceptuales propias de la cultura heterosexual, y sostiene que éstas realmente esconden un número enorme de variaciones culturales, ninguna de las cuales sería más fundamental o natural que las otras. Contra el concepto clásico de género, que distinguía lo "heterosexual" socialmente aceptado (en inglés straight) de lo "anómalo" (queer), la teoría queer afirma que todas las identidades sociales son igualmente anómalas. Parte, por tanto, del rechazo a la realidad factual que supone el hecho biológico de la homosexualidad/ heterosexualidad, la existencia de individuos "hombre" o "mujer" en la especie humana, para limitar dichos conceptos a la perspectiva que una sociedad y/o cultura concreta tengan de ellos dentro de las relaciones que se establezcan entre sus miembros.

Tal vez yo sea un poco ceporro, pero díganme: ¿han entendido ustedes algo? No pretendo bromear con un tema tan serio, pero yo leo el texto anterior y, como suele decirse, no lo pillo. Un poco más abajo, dice lo siguiente:

La teoría queer parte de la consideración del género como una construcción y no como un hecho natural y establece ante todo la posibilidad de repensar las identidades desde fuera de los cuadros normativos de una sociedad que entiende el hecho sexual como constitutivo de una separación binaria de los seres humanos; dicha separación estaría fundada en la idea de la complementariedad de la pareja heterosexual.

Muy bien, vamos a suponer que estoy de acuerdo. Yo también creo que no hay diferencias naturales entre los géneros y que la división de los humanos en sexos y categorías es una construcción social (obviaremos el hecho indudable de que a unos nos cuelga entre las piernas una parte del cuerpo ciertamente característica, y a otras no, entre otras diferencias no menores; estamos en una mera hipótesis). Como los queer niegan esa división, está claro que no se sienten (y por tanto no son) heterosexuales, ni gays, ni lesbianas, ni bisexuales, ni transexuales, ni travestis, puesto que consideran todas éstas categorías como sociales, inventadas y no naturales. Está claro lo que no son. Pero mi pregunta subsiste: ¿qué coño son? 

Me disculpo por el uso de la palabra coño, no por malsonante, sino porque, en la deriva que estamos tomando, seguramente se entenderá que hace referencia a una caracterización binaria, social, demodé y empobrecedora de la realidad natural de los humanos. Repito que soy un poco lerdo para estas cosas, pero es que sigo sin ver a los queer como una quinta categoría. Entro en sus propias Web y todas reiteran lo mismo: el rechazo a la división de géneros.

Definitivamente perplejo, opto por dejar Internet y preguntar a uno de mis amigos del mundillo gay. Me dice que no hay nada más, que la ideología queer se limita a eso, a rechazar la división por sexos, y es una línea de pensamiento que surge a la contra. Que los gays fueron en su día un movimiento muy combativo e interesante, hasta que se acomodaron y se domesticaron. Y que ahora hay una nueva generación de homosexuales, que rechazan esa integración y pretenden recuperar el viejo espíritu de lucha contra lo establecido. Por eso rechazan la denominación amable gay (alegre) y reivindican el vocablo queer, que en el mundo anglosajón se utilizaba como insulto (como maricón, en español).

Vale, ya lo voy entendiendo. En coherencia con eso, en Argentina existe una Federación GLBT, cuyo periódico digital se llama precisamente Queer. Pero volvamos al premio de la Fundación Arena. Si no he entendido mal el asunto, incluir a los Q como una quinta categoría a sumar a los GLBT, es una verdadera gilipollez. Lo que estos señores/ñoras quieren, es precisamente obviar las categorías, no ser una más. Lo suyo es una ideología transversal, que niega la necesidad de dividir al ser humano en esas categorías. Creo que no se han enterado de nada, estos de la Fundación.

Pero la cosa tiene una última derivada sorprendente. Porque, si se admiten textos de temática Q, a lo mejor yo podría presentarme a ese premio. Precisemos: para concursar no se exige que el autor sea G, L, B, T, ni siquiera Q. Sólo debe serlo su texto. A finales de 2008, cuando yo escribí mi premiada novela La Human Race sin siquiera sospechar que existía una temática queer, esbocé un personaje, Rosa, la chica antagonista, que rechaza que la encasillen como lesbiana o heterosexual. Cuando el protagonista le pide que se defina de una vez en uno u otro sentido, se cabrea hasta tal punto que le lanza la siguiente parrafada:

Si es que la prensa y la televisión tienden a crear categorías excluyentes y eso es falso. Los medios modelan una opinión políticamente correcta que está hecha de definiciones: blanco o negro. Y eso no son más que estereotipos. Las tendencias sexuales no son compartimentos estancos. ¿Tú has estado siempre seguro de tu orientación sexual? 

Así lo escribí y así quedó publicado. ¿No me digan que esta declaración no constituye un alegato queer en toda regla? ¿No creen que mi novela podría concursar al premio de la Fundación Arena? No, si al final va a resultar que soy una especie de protoqueer.
   

2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Deduzco de lo escueto de su comentario que se ha quedado tan patidifuso como yo. En general procuro acercarme con respeto a cualquier tema, pero ante determinados cuelgues es difícil no caer en el sarcasmo. Y además, detras vienen los radicales, fundamentalistas y talibanes: una pareja de Canada, seguidora de esta teoría, ha decidido no revelar el sexo de su hijo/a, que se mantendrá en secreto hasta que el angelito/a sea mayor y pueda decidir por sí mismo que opción elige. No dudo que este pobre especimen sera un monstruo muy desgraciado, como Hildegart.

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