domingo, 16 de diciembre de 2012

59. El nuevo Medialab

Al lado de mi casa han terminado ya las obras de adaptación del edificio de las antiguas serrerías de la Sociedad Belga de Pinares del Paular, para convertirlo, en principio, en la sede definitiva del Medialab-Prado. Quédense con ese “en principio”, que no es un resabio de indefinición gallega, sino una desconfianza básica, también gallega, hacia los nuevos gestores del Área de Las Artes del Ayuntamiento de Madrid, según les explico al final. Hay mucho que contar respecto a este edificio y la sociedad que lo construyó.

En primer lugar, los pinares de El Paular se encuentran en las proximidades del pueblo de Rascafría, en la sierra madrileña, y constituyen una de las masas forestales más importantes del sur de Europa. El bosque del Paular fue tierra comunitaria desde los tiempos de la Reconquista, en que se declaró propiedad de una entidad llamada Comunidad y Tierra de Segovia, que organizaba su disfrute colectivo por la población del entorno. Pero en 1675, el rey de turno decide regalárselo a los monjes que custodiaban el cercano Monasterio de El Paular. El monasterio era cartujo, se había construido también tras la Reconquista, y contaba con un palacio para residencia real. En 1837, llega la desamortización de Mendizábal, el monasterio es expropiado, los monjes expulsados y el pinar vendido en subasta.

El comprador es un tal Andrés Andreu, un espabilado que tres años después se forra vendiéndoselo a los belgas. Estos constituyen una sociedad para explotar racionalmente el pinar, lo que han venido haciendo hasta nuestros días. Para facilitar la comercialización de la madera extraída, adquieren  una amplia finca al comienzo de la calle Atocha, en donde parece que había habido antes un hospital. Allí construyen la factoría que ahora se ha rehabilitado, que funcionó como taller de maderas hasta hace poco más de diez años.

Para ayudar a financiarse, en los cincuenta pusieron en venta la parte de suelo que daba a la calle Atocha. El comprador fue una empresa, que construyó allí el hotel Mercator, un establecimiento destinado a viajeros de paso de la Estación que quisieran un lugar para pasar una noche un poco menos mísero que las pensiones de la calle Tortosa y alrededores. La comunidad de propietarios de la casa en la que vivo solía celebrar allí sus reuniones periódicas y puedo dar fe de que era un lugar impersonal y antipático, con un punto tétrico.

En los primeros noventa, la serrería cierra definitivamente y queda abandonada. En esa situación la compran los propietarios del hotel Mercator, que también eran los dueños del solar de esquina entre Atocha y Alameda, que usaban como parking del hotel. En el 2000 negocian con el Ayuntamiento la posibilidad de ampliar y modernizar el hotel. Se llega a un convenio, en virtud del cual se les permite edificar en el solar del parking, hasta igualar cornisa con el hotel. El nuevo hotel, duplicado en su volumen, pasa a llamarse “Hotel Paseo del Arte”, y es mucho más lujoso que el anterior. A cambio, ceden gratuitamente la factoría al Ayuntamiento. En el siguiente link tienen una historia más detallada del asunto. http://artedemadrid.wordpress.com/2009/01/29/serrerias-belgas/

En cuanto al Medialab, es un centro municipal dedicado a impulsar la creación artística digital, especialmente entre los jóvenes artistas de la ciudad. Es un invento del historiador del arte Juan Carrete, antes director del centro cultural Conde Duque, en donde comenzó a fraguar sus ideas de promover un arte participativo en los barrios de Madrid. Alicia Moreno, la hija de Nuria Espert que rigió el área de Las Artes durante los nueve años de alcaldía de Gallardón, lo promovió a director del Medialab, y desde ese puesto ha desarrollado en estos años una actividad incansable, que ha convertido al Medialab en un centro de referencia nacional del arte por ordenador, a pesar de que estaban en una localización provisional, en el Centro Matadero, a la espera de que terminaran las obras de la sede permanente.

Me llegan noticias de que el actual concejal de Las Artes, esbirro de la nueva alcaldesa, ha cesado al bueno de Carrete. Lo tengo sin confirmar, pero para empezar, en la Web del centro ya no figura su nombre, entre los que se citan en la pestaña “equipo”. Aquí tienen el link. www.medialab-prado.es
 
En cuanto al proyecto de rehabilitación, en 2007 se convocó un concurso internacional de ideas, en el que participaron estrellas mundiales de la arquitectura museística, como la mismísima Zaha Hadid. Sin embargo los ganadores fueron Langarita-Navarro, una pareja de jóvenes arquitectos de Madrid que, según su propia confesión, hasta entonces sólo habían construido un chalet.

Cuando se falló el concurso, nos cayó encima la crisis y los recortes y, por suerte, este es uno de los proyectos en marcha que no se ha quedado a la mitad y ha logrado salir adelante, si bien las obras han durado casi cinco años, cuando normalmente se hubieran ejecutado en uno. Creo que este es un mérito atribuible al equipo de Alicia Moreno y al entusiasmo de Juan Carrete. Cuando han llegado los nuevos, la cosa estaba tan avanzada que no han tenido más remedio que terminarla.

Durante este tiempo, ha estado cubierto con lonas de obra. El jueves lo destaparon y durante el viernes y el sábado han organizado en su interior un mercadillo de arte patrocinado por la revista Nuevo Estilo, similar al que han montado otras veces en las calles del barrio (ver entrada nº 7). Este uso, unido al cese de Juan Carrete, es lo que me tiene mosqueado. Me explico. Si va a ser la sede del Medialab, deberían de amueblarlo, ponerle cortinas, iluminarlo adecuadamente y completar las instalaciones necesarias para el desarrollo de las actividades ordinarias de ese centro de arte digital. El proyecto deja en el edificio grandes espacios diáfanos multiusos, de acuerdo con la moda actual, pero espero que no lo dediquen a lugar de celebración periódica de mercadillos.

De momento, han terminado la obra y, antes de amueblarlo han organizado allí ese sarao para los marchantes de arte y la gente más cool de la ciudad. No me parece mal, siempre que el Ayuntamiento se lleve un dinero por la utilización del edificio, y la cosa no se convierta en crónica. Veremos lo que pasa, les mantendré informados. Pero sería lamentable que fueran dejando deteriorarse el Medialab y dedicaran este bonito edificio tan bien rehabilitado a lugar de celebración de ferias y convites.

Me preocupa otra cosa. El edificio está precioso así, sin grafitis. Me temo que ese aspecto impoluto va a durar dos días. Para evitarlo, tendrían que contratar una vigilancia de 24 horas, con cámaras, similar a la del vecino Caixaforum. Y no creo que el Ayuntamiento actual tenga los recursos y la cabeza suficiente para preverlo. 

2 comentarios:

  1. Hola Emilio, he llegado a tu blog porque has puesto un enlace a mi post sobre las Serrerías Belgas, y ha llegado alguna visita desde aquí, muchas gracias.
    Es muy interesante lo que comentas, qué pena no haberme enterado de que abrían este fin de semana, me hubiera encantado ir a verlo. Me contentaré con tus espléndidas fotos.
    Dices que en el solar “parece que hubo un hospital”. Así lo escribí yo cuando hice el artículo, y ahora no se donde pude leer ese dato, ¿tienes tu alguna otra información?. En mi caso, me temo que fue un error mío, la verdad es que allí lo que hubo en el siglo XVIII fue un Convento, lo acabo de corregir y así lo explico. No sería de extrañar que el convento tuviera una zona hospitalaria, pero los dueños eran los padres Agonizantes.
    Saludos

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    1. Buenas tardes, Mercedes. Efectivamente, el dato de que había un hospital aquí, lo saqué de tu post, y me pareció muy creible, porque en esta zona estaba la Facultad de Medicina (donde, por cierto, estudió mi padre) y el Hospital General de Madrid, asociado a la Facultad y ahora ocupado por el Centro Reina Sofía. Sirva esta respuesta de rectificación (nunca antes había oido hablar de los padres Agonizantes).
      Te invito a seguir entrando en mi Blog cuando quieras. Ya ves que aquí se habla de todo con un enfoque humorístico, ligero, poco profundo, como corresponde a una persona que sabe un poquito de muchos temas sin ser especialista en ninguno. He leido algunos de los textos de tu Blog y me parecen muy interesantes. Compartimos el amor a esta ciudad tan bonita y desconocida para muchos. Un abrazo.

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